En defensa de nuestras cyber-libertades

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LA AVARICIA ROMPE EL SACO!!
Por favor, multiplica y difunde, utiliza, mejora…
Respuesta colectiva a consecuencia de los últimos ataques a nuestros derechos
digitales y en vista del próximo G8 que se promulga "para la protección
de la
propiedad intelectual" (sic).

(véase: http://www.publico.es/ciencias/tecnologia/132364/poderosos/p2p).

Esta carta se está enviando al gobierno y a 287 autoridades.

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LA AVARICIA ROMPE EL SACO!!
Por favor, multiplica y difunde, utiliza, mejora…
Respuesta colectiva a consecuencia de los últimos ataques a nuestros derechos
digitales y en vista del próximo G8 que se promulga "para la protección
de la
propiedad intelectual" (sic).

(véase: http://www.publico.es/ciencias/tecnologia/132364/poderosos/p2p).

Esta carta se está enviando al gobierno y a 287 autoridades.

LA AVARICIA ROMPE EL SACO
POR UNA CULTURA LIBRE DE CIUDADANOS QUE COMPARTAN:
7 soluciones/realidades más una.
Una respuesta ciudadana a los últimos ataques a las libertades fundamentales
perpetrados en nombre de la Propiedad Intelectual
En estas fechas hemos asistido a varios ataque a las libertades en nombre de la
propiedad intelectual. También hemos tenido la ocasión de leer el manifiesto
(http://www.sgae.es/recursos/documentacion/Manifiesto_Derechos_para_todos_en_Internet.pdf)
que ha perpetrado una autodenominada Coalición de Creadores e Industria de
Contenidos ( que agrupa a cinco de las principales entidades de gestión de
derechos y corporaciones de la industria cultural – SGAE (autores), Egeda
(producción audiovisual), Promusicae (productores musicales), Adivan-Adican
(distribuidores e importadores videográficos) y FAP (propiedad intelectual) – que
a su vez agrupan el lobby en España de las grandes productoras y distribuidoras de
cine norteamericanas: Disney, Universal, Paramount, Sony Pictures, Fox y Warner) y
las declaraciones de sus portavoces sobre la supuesta agresión a la cultura que
suponen las redes de intercambio de archivos o redes P2P.
Los que escribimos a continuación somos am@s de casa, empresari@s, internautas,
abogad@s, jueces, “ilustres” intelectuales, programadores, parad@s,
profesionales, científic@s, artistas, artesan@s, trabajadores, abuel@s,
adolescentes, ciudadan@s en general, somos unos de los millones de personas que
utilizan estas redes en el estado español. Queremos aprovechar la ocasión para
dejar claras algunas cosas que, con grandísima mala fe, se quieren tergiversar:
La que propone “la Coalición” y similares es una partida con las cartas
marcadas y sus posiciones no son sino el farol de una industria que intenta ganar el
juego en el último momento cambiando las reglas del mismo.
El problema fundamental es que lo que nos estamos jugando no son simplemente los
dividendos económicos, sino la propia concepción de la cultura y el derecho al
acceso a la información (que nos ha costado unos cuantos cientos de años
conseguir).
CUANDO DIJE CULTURA ….
Hablamos de cartas marcadas porque en el discurso mediático esta “Coalición” y
la industria cultural en general utiliza “cultura” y “creación” de forma
interesada, intentando redefinir dichos conceptos para beneficio propio y para sus
intereses estrictamente económicos.
Cuando dicen “cultura” se refieren simplemente a “Industria del
entretenimiento”. Cuando dicen “creación cultural” en realidad están
hablando de “explotación comercial de ciertos derechos de autor de sus
afiliados”, en pocas palabras están hablando de sus negocios. Cuando dicen
“piratas”, “saqueadores”, “expolio” se están refiriendo a todos y todas
nosotras.
Sólo la reducción interesada de los conceptos puede propiciar tales afirmaciones.
Modificar las leyes de propiedad intelectual de acuerdo a esas tergiversaciones
sería algo así (y perdonad lo triste de la comparación) como modificar la Ley de
Costas en beneficio de un grupo de promotores inmobiliarios. La cultura y la playa
son de todos y las crisis en sus respectivas industrias no deben hacernos perder el
horizonte de la importancia del patrimonio común.
Y SIN EMBARGO SE MUEVE…
Un fenómeno social de tal magnitud y envergadura (13 millones de hogares y 70 % de
los internautas, es decir la mayoría absoluta de la población) no puede ser
interpretado de una manera tan simplista y menos intentando concienciar a la
sociedad de sus “malas prácticas” utilizando el miedo, la difamación, las
amenazas y, como pretenden en su nueva campaña, la modificación de las leyes para
tener tribunales a medida.
En España tenemos un caso flagrante de una institución privada que consiguió
imponer su forma de entender a la sociedad. Se llamaba Inquisición y consiguió
imponer sus intereses durante siglos a costa de quema de libros, prohibición de la
ciencia y condena a muerte de miles de personas.
También consiguió retrasar unos cuantos siglos la evolución cultural y
tecnológica de Occidente. Eso sí, durante ese tiempo la definición de cultura
(cultura=religión) no tuvo ninguna discusión.
Pero dejemos atrás comparaciones de otros siglos. Volvamos a la era presente, a la
sociedad de la información.
LA SOCIEDAD DE LA INFORMACIÓN
La sociedad de la información, como veremos más adelante, no tiene ninguna
posibilidad de existir con la reforma que “la Coalición” y la industria
cultural en general están proponiendo. De hecho desaparecería en favor de una
"sociedad de la industria del entretenimiento".
La era digital facilita a todas las personas, como nunca antes había sucedido, la
libre circulación del conocimiento y multiplica las posibilidades de aprendizaje y
creación, en beneficio de toda la humanidad.
Los tiempos han cambiado, todos los ciudadanos deben poder beneficiarse de todas las
ventajas que ofrece la Red de Redes a nivel del intercambio horizontal de
información y cultura. Los medios de producción cultural deben adaptarse a esta
nueva democracia y no al revés. La copia y sus beneficios están en la base de todo
esto.
LA CULTURA: IMITACIÓN Y COPIA
¿Porqué demonizan la copia cuando es la materia de la que está hecho el aprendizaje?
No vivimos aislados, vivimos en red, en continua comunicación; desde que nacemos y
somos socializados absorbemos continuamente conocimientos imitando, copiando y
sampleando. No hay otra manera de hacerlo. El conocimiento se da por la imitación y
la copia.
Así se constituye nuestro imaginario cultural, en el cual nos inspiramos y permite
la creación de nuevas ideas, obras de arte, teorías, etc. Toda creación cultural,
toda ampliación del conocimiento se basa en esta tradición recibida, de manera que
ninguna creación es completamente original ni sería posible sin la existencia de
este patrimonio colectivo.
Bien lo saben las grandes multinacionales de la cultura que desde siempre se han
enriquecido rentabilizando cuentos y músicas populares que han saqueado de nuestro
patrimonio común o de la creatividad de las personas que crean por el simple hecho
de comunicarse y de contar.
En la era digital y de la comunicación, “lo digital” son nuestros recuerdos
compartidos y la comunicación, las redes que los conectan.
“Lo digital” es la materia de lo que está hecha nuestra memoria contemporánea.
Querer lucrarse ávidamente de lo que es nuestra forma natural de aprender –
copiar – en el momento de su mayor florecimiento, esto sí es un saqueo.
Muchos comparan este cambio tecnológico con la invención de la imprenta,
herramienta que revolucionó la difusión de la cultura gracias a su capacidad de
copiado, más rápido y fidedigno al original que el que pudiera realizar el copista
más estimado de la época. La utilización de la imprenta extrajo de los
monasterios los libros que sólo estaban al alcance de una élite privilegiada, a
pesar de la poderosa oposición de unos pocos, movidos por sus intereses
particulares. Es cierto que los copistas se quedaron sin su trabajo y debieron
dedicarse a otra cosa pero, ¿quien sería capaz hoy de prohibir la imprenta?
Algo similar sucede en la era digital. Las nuevas herramientas benefician incluso a
la industria del entretenimiento, esa pequeña parte de la producción cultural que
trata de defender sus intereses particulares a costa de los demás. Ellos son hoy
esos pocos que se oponen a la nueva imprenta, paralizando injustamente el desarrollo
de la circulación del conocimiento.
LA PIRATERíA NO EXISTE, LOS PIRATAS SON LOS PADRES
Es simplista y tendencioso dividir a la población en los que copian y los que
compran, cuando todos hacemos ambas cosas a la vez.
Sería como llamar piratas gastronómicos a los que cocinan sin comprar libros de
recetas.
¿Cómo habrá que decirlo?: El hecho de que recopile música por internet y que
esto haga de mi un melómano, me provoca mucho más interés para acudir a
conciertos y para que compre los originales de lo que más me ha gustado. Sólo en
el delirio insaciable de la industria discográfica se puede pensar que la gente
deba comprar los miles de discos a los que tienes acceso ahora para escoger, cuando
decide consumir.
Es falso decir que compartir nos hará perder el aprecio por los creadores y los
originales.
¿A caso se ha dejado de vender el Quijote porque sea de dominio público? ¿A caso
se ha dejado de vender porque los padres pueden pasar la copia del Quijote que
había sido de los abuelos a sus hijos?
¿A caso se dejará de ir a los estrenos de Almodóvar y a conmovernos allí,- los
que se conmueven en los estrenos de Almodóvar -? ¿Dejará Almodóvar de ser
millonario? Seguramente no. ¿Algo menos millonario?¿De veras la población entera
tiene que preocuparse por las fluctuaciones en la fortuna de Almodóvar?
Sin duda la cultura, como ha sido siempre y siempre será, seguirá produciendo
comunidad, emociones y riqueza y también inversiones. Seguirá copiándose a sí
misma para producir nuevos originales, seguirá convocando a la gente allí donde se
manifieste.
Ahora, en la era digital, seguirá habiendo más y más gente que se dedique a la
cultura con lo que aprenda directamente de otros a través de la red.
No se pierde el aprecio a los creadores, todo lo contrario, son personas más
cercanas, son nuestros maestros cotidianos, somos nosotros mismos.
Lo que sí está pasando es que estamos perdiendo el aprecio a los intermediarios.
HABLEMOS PUES DE LOS INTERMEDIARIOS: LA (RE)CONVERSIÓN
La industria cultural hasta hace poco era el principal intermediario entre el
artista y su público. Este intermediario ahora es internet.
Vivimos el periodo de mayor producción y consumo de medios audiovisuales de la
historia.
En mi bolsillo puedo llevar un reproductor de mp3 con miles de canciones. A través
de MySpace escucho las novedades de los grupos musicales de cualquier lugar
recóndito del mundo.
¿Quiere esto decir que esté perjudicando la difusión de la cultura?
Las oportunidades de negocio derivadas del mayor consumo audiovisual de la historia
son inmensas, pero las reglas del juego implican un usuario activo que accede
directamente a la información prescindiendo del lento y costoso sistema de
intermediarios.
En la era del consumidor-productor, en la que por suerte todo el mundo puede acceder
fácilmente a la cultura y a sus medios de transmisión y producción, la industria
cultural tal como la conocemos ahora ha llegado a un callejón sin salida y debe
reconvertirse.
La reconversión de esta industria tiene que ser asumida por las mismas empresas de
forma – como el mismo nombre indica – emprendedora, invirtiendo en las nuevas
posibilidades en lugar de intentar frenar su desarrollo, sin impedir, como está
ocurriendo ahora, la competencia leal y la creación de nuevos puestos de trabajo.
Tampoco la ciudadanía tenemos que costear – y menos en tiempos de crisis – esta
reconversión ni en términos económicos, con cánones indiscriminados y de dudosa
justificación legal, ni paralizando el desarrollo de toda la sociedad, destruyendo
su ecosistema creativo, en un momento de florecimiento cultural jamás vivido antes
de ahora.
LAMENTO DE PLAÑIDERAS: BAJAN LAS VENTAS DE DISCOS
Puede ser.
Pero no bajan las posibilidades de emprender y de ganar dinero (que al final es lo
que les preocupa).
Un ejemplo: Rodolfo Chiquilicuatre ha ingresado millones de euros sin vender un solo
disco, gracias sobre todo a la venta de politonos y a las millones de visitas a sus
vídeos y a las reinterpretaciones populares en sitios como Youtube. ¿Hubiera
existido un fenómeno como éste sin la existencia de internet y la tecnología
móvil? ¿Alguien puede tener el morro de decir que no ha generado dinero? ¿Quién
ha distribuido principalmente este producto sino los consumidores?
La industria cultural reconvertida seguirá ganando, está claro.
¿Se están vendiendo menos discos? Sí. También se venden menos cassettes.
Es absurdo que la industria cultural pretenda mantener su negocio tal cual, como si
internet no hubiera sido inventado.
Es mentira que esté en crisis. Cada año la SGAE tiene un record de beneficios
histórico. Mientras un lamento de plañideras llora por las pérdidas que
provocamos los usuarios de internet por algo que en ninguna ley española esta
tipificado como delito, las entidades de gestión viven su edad de oro.
Cuando en el TopManta el grupo que nadie conoce esté al lado de Madonna será el
momento en el que los beneficios de la cultura serán por fin repartidos de forma
más justa: Madonna seguirá vendiendo millones de discos y viajando en avión
privado – quizás algo más pequeño – y el grupo desconocido, que merece que sea
reconocido su talento sin pasar por los criterios de rentabilidad de ninguna
empresa, tendrá la posibilidad de crecer y hacerse conocer, tener público en sus
conciertos, generando cultura, conocimiento y economía.
EL LUCRO CESANTE ES EL CUENTO DE LA LECHERA (y la cultura es la leche)
Lo digital es la memoria de la época en la que vivimos. Si compro un disco, un
libro o veo la emisión pública de un producto de consumo tengo todo el derecho del
mundo a copiarlo de forma privada y sin ánimo de lucro económico y a compartirlo.
Sería absurdo e imposible que después de ir al cine, pretendiera olvidar los
recuerdos de la película que acabamos de ver. Más absurdo sería tener que pagar
cada vez que la contamos. Atacar la copia digital es como impedir contar recuerdos,
impedir que se replique lo escuchado, impedir prestar un libro a un amigo o impedir
tararear una canción. Es, en definitiva, prohibir la comunicación en la era de la
comunicación. Curioso, ¿no?
Una de las piedras angulares del lamento de plañideras de la industria es el
concepto de lucro cesante. La teoría es la siguiente: si descargo una canción no
estoy comprándola, luego existe un ingreso que deja de producirse que se denomina
lucro cesante.
Hagamos números:
He comprado (sí, comprado) un reproductor mp3 con capacidad para 40.000 canciones.
Si tuviera que llenarlo adquiriendo los temas musicales a través de una plataforma
de venta online, como iTunes, cuyo precio medio es de 1 euro por tema, me costaría
40.000 euros. Pero como consumidor responsable, debería comprar los discos
completos de mis artistas favoritos a través del pequeño comercio , por ejemplo en
la FNAC (nota: esto es un chiste, el pequeño comercio musical cerró hace 20
años). Un disco novedad tiene un precio aproximado de 22 euros, lo que supondría
un desembolso de 88.000 euros, unos 15 millones de las antiguas pesetas.
Descubrimos aterrados que el objeto de mayor valor que tenemos es el contenido de
nuestro mp3, y dejamos de dormir, asustados, pensando en hordas de ladrones que
podrían robar nuestro preciado tesoro. Pero todo esto no es más que de una mentira
o, mejor dicho, una ensoñación: la de la lechera que con el cántaro en la cabeza
va calculando los beneficios de su negocio antes de venderlo en el mercado. Los
cálculos de la industria cultural y de las entidades de gestión son absurdos,
simplistas y malintencionados. Si fueran realistas, tendríamos fortunas en el
bolsillo, seríamos mileuristas millonarios que en unos cuantos bits almacenamos
todo y nada.
Una de las leyes básicas de la economía (sobre todo en las materias que no son de
primera necesidad) es que el precio de un producto es aquel que sus usuarios están
dispuestos a pagar. Esa avidez desbocada de la industria por extraer beneficios de
todo lo que se mueve no es consciente de que aplicando sus planteamientos
restrictivos de gravar económicamente cualquier intercambio, moriría de sed
víctima de sus propios deseos.
En la época en la que vivimos, en lo que sí somos ricos es en información y
cultura. Tenemos cotas de libertad de expresión como nunca antes se había
imaginado. Gracias al P2P, podemos llegar a ser millonarios en millones de audiencia
a la que contar nuestras reflexiones, cantarles una canción o con las que escuchar
todos juntos el último disco de Amy Winehouse para luego escribir algo totalmente
diferente. Esta es la riqueza social de la que queremos hablar, del tipo de sociedad
que construye, del tipo de creadores que genera y de los beneficios que produce.
VENDIENDO EL COCHE PARA COMPRAR GASOLINA
Sirva un ejemplo:
Tele5 se querella con Youtube porque no está contenta de que fragmentos de los
programas que emite sean colgados en la red por los internautas (algo que, por otra
parte, está reconocido como “derecho de cita”). ¿De qué no está contenta?.
¿Quizás de que un programa que ya ha emitido lo replique la gente en su memoria –
YouTube es una “memoria digital”, un archivo colectivo de los usuario, –
aportando a Tele5 más y más publicidad y audiencia? ¿O se queja del dinero que no
ingresa cuando la gente vuelve a ver el fragmento sin generarle el beneficio que, si
no fuera gratuito volver a ver el fragmento, nunca se generaría?
Los usuarios son sus mejores publicistas. Lo hacen bien y gratis. Si Tele5 tuviera
que hacer ella misma esta explotación, seguramente no le saldría tan rentable.
Esta es la obsesión por el lucro cesante: querer vender el coche para comprar
gasolina.
NUNCA MÁS SIN P2P
La red, en contra de lo que se intenta aparentar, está llena de autores. Sólo una
parte ínfima de ellos tiene alguna relación con la industria cultural.
Si se criminalizan las redes P2P perdemos todos: perdemos en libertad, perdemos en
privacidad (no es ciencia ficción: recientemente YouTube ha sido condenado a
revelar las identidades de miliones de sus usuarios para proteger los beneficios
“cesantes” de la multinacional Viacom), perdemos en riqueza y en libertad de
expresión. Lo sabe todo el mundo. ¿por qué hay que seguir repitiéndolo?¿Qué
intereses se están defendiendo?
Los que pretenden aplicar el modelo Sarkozy que criminaliza compartir archivos en la
red (P2P), ni tienen en cuenta a los miles de autores que licencian su obras con
licencias libres ni tienen en cuenta la privacidad de todos los usuarios en la red
ni los beneficios para la democracia que conlleva la ruptura del control sobre la
información. Es decir, la mayor herramienta de comunicación que ha creado el ser
humano, la biblioteca de Babel siempre soñada, puede pasar a ser la mayor forma de
control social nunca creada.
Al restringir las redes P2P no se está defendiendo a unos pobres autores
millonarios y a la desvalida industria del entretenimiento, sino limitando,
fragmentando y aduanizando la herramienta que ha cambiado la manera de entender el
mundo.
¿De verdad queremos seguir el ejemplo de Pakistán, China, Francia o Sudán?
¿Queremos vivir en un país donde los gobernantes tienen miedos a sus ciudadanos?
¿Consentiremos que Micky Mouse condicione el futuro del conocimiento y la cultura?
_____________________________
Por todo esto PEDIMOS:
7 medidas necesarias y urgentes para proteger e impulsar la sociedad del
conocimiento en beneficio de todos (todos de verdad ;))
1. Considerar cualquier recorte a las redes de intercambio de archivos (redes P2P)
como un acto de oscurantismo y un atentado contra los derechos democráticos
fundamentales garantizados por nuestra constitución y por innumerables tratados
internacionales que el estado español ha ratificado. Nuestros derechos al
conocimiento, al aprendizaje, al acceso a la cultura y a la libertad de expresión
se verían gravemente socavados si se limitaran las herramientas de las que dispone
actualmente la sociedad.
2. Que las entidades de gestión pasen a ser lo que son: entidades privadas que
gestionan SÓLO Y EXCLUSIVAMENTE las “cuentas” de sus socios o sea los derechos
de explotación de una parte de los artistas. Que, como toda entidad privada, se
permita la libre competencia y que bajo ningún concepto se consienta que entidades
privadas hurguen en la privacidad y en los bolsillos de los ciudadanos y menos que
se utilicen bienes y suelo público para sus beneficios privados (véase entre miles
el ejemplo de la Torre de la Música de Valencia).
3. Que los creadores sean pagados de forma equitativa sean o no socios de entidades
de gestión. Que los artistas cobren, si así lo desean, principalmente por su
creación y no por la explotación que genera.
4. Abolición inmediata del canon digital, impuesto que sanciona indiscriminadamente
la ciudadanía en nombre de la “compensación” a la creación por un delito que
no es tal, cuando, en realidad, es recaudado en beneficio de pocas personas privadas
que raras veces son creadores y menos de algo que esté relacionado con la Cultura.
Pagar por ser sospechoso es propio de las dictaduras.
5. Que una obra pase a ser de Dominio Público en unos plazos beneficiosos para la
creación y la sociedad. Permitir que más de una generación viva del trabajo de
alguien, es un forma de fomentar el parasitismo y el estancamiento creativo,
desactivando la reinversión y más considerando que una medida pensada para
favorecer a las personas en realidad beneficia principalmente grandes
multinacionales que desvirtúan la creación primigenia. Pedimos el paso al dominio
público en un periodo tiempo razonable, dependiendo del tipo de creación, con un
máximo de 30 años.
6. Defender el “derecho a cita” como vehículo de crecimiento democrático de la
sociedad de la información.
7. Eliminar el concepto de “lucro cesante” en todo lo que concierne a la
producción cultural.
_________________________________________________________________________
Y una cosa más:
Porque la cultura libre y colaborativa es la Cultura de nuestra época, porque es un
hecho, porque ya no hay vuelta atrás…
EXGAE presenta:
Los premios que barrerán los Grammy, los Goya, los Max …
Los 1º premios no competitivos de la historia de la Cultura…
Los 1º premios internacionales de Cultura de la sociedad digital…
Los premios OXCARS
La eXcelencia es compartir
Martes 28 de octubre de 2008, Sala Apolo – Barcelona
Multiplica y reparte.
Más informaciones:
http://exgae.net
Multiplica y reparte

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